martes, 24 de septiembre de 2019

ESTUDIO DE CASO - ACUÍFERO GUARANÍ

MAPA ACUÍFERO GUARANI


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CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES:


Antes que nada, un acuífero es una formación geológica de la corteza terrestre en la que se acumula agua proveniente de la superficie o de la condensación de vapor de agua interior. Está constituido por rocas porosas y permeables, que contienen el agua a modo de esponja.

Otra acepción hace referencia a las capas de terreno que son capaces de alojar agua en sus poros y fisuras y que puede ser extraída en cantidades económicamente apreciables.

Pueden ser pequeños en algunos casos, o abarcar extensiones de millones de km cuadrados, también pueden estar a escasos metros de la superficie, o a grandes profundidades.
Existen cuatro acuíferos de gran importancia en el mundo. El acuífero guaraní ocupa el segundo puesto en orden de importancia por su magnitud.
El acuífero guaraní, que es el que a nosotros nos interesa estudiar, es un reservorio de agua subterránea transfronterizo que se extiende a lo largo de unos 1.190.000 kilómetros cuadrados, lo equivalente a una superficie mayor a las de España, Francia y Portugal juntas, por debajo del territorio de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Se denomina “guaraní” porque coincide aproximadamente con lo que fue la “Gran Nación Guaraní”- población indígena que ocupó el territorio desde tiempos precolombinos-. 
Entonces, ¿cómo se formó el acuífero guaraní?


FORMACIÓN ACUÍFERO GUARANÍ


Hubo un tiempo en que los dinosaurios habitaban en la Tierra y los desiertos arenosos de la Era Mesozoica cubrían la región. Un tiempo en el que América del Sur formaba con África un solo continente. América del Sur se separa de África. De las fisuras del suelo sube la lava basáltica, superando las capas arenosas. La lava se endurece y forma rocas basálticas. El clima se modifica y una fuerte glaciación ocurre en la región. Sigue después un deshielo, que provoca la erosión de las rocas y el afloramiento de las capas arenosas. El agua se infiltra y se acumula debajo del basalto. Otros millones de años pasaron: es un conjunto de capas arenosas y de rocas fracturadas de basalto; el agua se renueva formando el sistema acuífero guaraní, simplemente uno de los mayores reservorios subterráneos de agua del planeta.


El acuífero guaraní contiene arenas sedimentarias depositadas por procesos fluviales y del viento durante los períodos Triásico y Jurásico (de 200 a 130 millones de años atrás), con más del 90% del área total apoyando sobre basalto de baja permeabilidad, depositado durante el periodo Cretáceo, que actúa como un contenedor, reduciendo en mucho la tasa de infiltración y subsecuente recarga, pero también aísla el acuífero de la zona insaturada y de la subsiguiente pérdida de agua por evaporación y evapotranspiración.
Tiene una capacidad de agua permanente de aproximadamente 45.000 km cúbicos.


POBLACIÓN QUE HABITA SOBRE EL SAG


El Acuífero Guaraní se encuadra debajo de grandes ciudades, teniendo sobre ella 92.077.168 (46,67%) habitantes, de los cuales Brasil posee la mayor cantidad de la población, con unos 80.141.415 (42,99%); Argentina, con 7.947.667 (20,59%); Paraguay, con 3.263.318 (55,91%), y Uruguay, con 724.768 (21,92%).


Ubicación

El acuífero está ubicado geográficamente en los cuatro países miembros originales del Mercosur):
  • en Brasil la superficie que ocupa es de 840.245 km², que vendría ser el 71,4% de su territorio
  • en Argentina la superficie que ocupa es de 225.424 km², que es el 18,9% del territorio
  • en Paraguay la superficie que ocupa es de 72.540 km², que es el 5,9% de su territorio
  • en Uruguay la superficie que ocupa es de 58.545 km², que es el 3,8% de su territorio. 


CALIDAD DE AGUA DEL ACUÍFERO

En general los acuíferos poseen agua de buena calidad, aunque existen áreas donde el agua puede contener naturalmente elementos en cantidad tal que hagan que su uso como agua de bebida esté limitado.

Por otro lado, en zonas de recarga pueden existir contaminaciones de origen humano o antrópico (puntuales o difusas), provocadas por las diferentes actividades humanas sobre el terreno.

Riesgos



Pero corre el riesgo de que aumente su salinidad, de que se degrade su composición química hasta perder su potabilidad y la presión natural que la hace surgir desde el subsuelo.

Ese peligro de contaminación ha sido advertido por el titular de la cátedra de Hidrogeología de la Universidad de Buenos Aires, Miguel Auge. El científico ha dicho que es urgente frenar la explotación masiva e intensiva del acuífero, inclusive para baños curativos. Según la directora del Programa de Geociencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Ofelia Tujchneider, hay riesgo de que el agua muy salada del subsuelo comprometa a fuentes dulces. Sin urgentes medidas ambientales, la gigantesca reserva de agua que comparten los países del Mercosur corre peligro, por lo que no es recomendable abrir nuevos pozos de aguas termales o de uso industrial.


Los usos del sistema acuífero guaraní

Las características del Sistema Acuífero Guaraní (SAG) permiten una amplísima gama de usos, que van desde el abastecimiento de agua potable a grandes poblaciones hasta usos recreativos o terapéuticos, en zonas con termalismos.
Los usos no termales se concentran en el abastecimiento de agua para diferentes fines, partiendo a las poblaciones, asentamientos rurales, industrias y agricultura, en tres de los cuatro países que abarca el SAG, debido a que en la actualidad Argentina no tiene  perforaciones específicamente al abastecimiento del agua.


Extraído: http://villarroelmunizpalaciosnticx4a.blogspot.com.uy/

EXPLOTACIÓN:
Si bien el agua superficial se observa en forma directa y es relativamente sencillo determinar las redes hidrográficas y seguir su evolución sobre el territorio, el agua subterránea no se ve y solo se la puede seguir en el subsuelo a través de estudios indirectos (geofísicos) o directos por medio de perforaciones.
Al Acuífero se puede acceder a través de perforaciones realizadas con máquinas especiales. Las características de estas perforaciones varían según la profundidad a la que se encuentra el agua. La temperatura del agua incrementa a mayor profundidad de extracción, pudiendo obtenerse así temperaturas que varían entre los 33°C a los 65°C. 
En general, a medida que se excava en el terreno se va hincando una tubería vertical, hasta penetrar en las capas que contiene el agua para extraer y que constituyen el acuífero. En ese nivel se coloca un filtro que permite el ingreso de agua a la perforación y su extracción. Parte del agua de lluvia que precipita en la región ingresa al acuífero directamente infiltrándose en el terreno o a través de ríos, arroyos, lagos que por sus lechos permiten el pasaje de agua hacia capas de terreno más profundas. Esta agua que ingresa es denominada “recarga” y se cuantifica mediante un volumen anual. 
En general, posee presión de surgencia, de manera que cuando se realiza una perforación y se alcanza la profundidad del acuífero, el agua se eleva naturalmente sin necesidad de bombearla. 
La explotación de los acuíferos se realiza en pozos de dimensión limitada, ya que no es posible extraer toda el agua desde un único pozo. En caso de que exista una sobreexplotación, el agua podría volver a su nivel anterior después de un tiempo determinado.
Los flujos profundos, que corresponden a la recarga (infiltración) en áreas más elevadas topográficamente y alejadas, pueden circular a grandes distancias si las condiciones geológicas / hidráulicas se lo permiten pudiendo tener edades muy grandes (hasta 20.000 años, por ejemplo) desde que se insumieron.

PRESERVACIÓN:

En cuanto a cómo se organizan los países sobre cuya extensión se localiza el Sistema Acuífero Guaraní, el agua subterránea no reconoce fronteras políticas (que fueron trazadas siguiendo singularidades geográficas, cursos de agua superficial o límites arbitrarios). El agua subterránea alimentada en una cuenca hidrográfica de un determinado país puede atravesar las fronteras y ser explotadas por otro país. Por eso los acuíferos pertenecientes a cuencas hidrogeológicas compartidas entre dos o más países tienen que ser manejados en forma conjunta y con un criterio ambiental de sustentabilidad.

La extracción de agua del acuífero debe hacerse de forma sostenible para asegurar su preservación: es decir que la cantidad y calidad del recurso debe mantenerse para las generaciones actuales y futuras. En tal sentido, el volumen de agua que se puede extraer es menor a la recarga y debe considerar el mantenimiento de sistemas que dependan del agua subterránea, por ejemplo, ríos y humedales. 
Con relación a la preservación de la calidad, se deben tomar las medidas de protección adecuadas para controlar los efectos de las actividades potencialmente contaminantes (vertido de residuos sólidos, exceso de agroquímicos, construcción de pozos negros, entre otras).
Estas podrían resumirse en los siguientes puntos:

• Cuidar los humedales
• No contaminar las aguas superficiales
• No deforestar/reforestar con especies nativas las nacientes y las riberas de los cursos de agua
• Respetar las normas de perforación de pozos
• No desperdiciar las aguas destinadas al consumo
• Disponer adecuadamente los residuos sólidos
• Evitar al máximo el uso de plaguicidas y fertilizantes químicos
• Controlar la erosión de los suelos realizando prácticas como curvas de nivel, siembra directa, etc.
• Practicar la gestión integrada de los recursos hídricos
• Implementar tratamientos y reciclaje de aguas residuales.

Existen proyectos para preservar al acuífero:
El propósito del proyecto de protección ambiental y desarrollo sostenible es apoyar a los cuatro países a elaborar de manera conjunta, implementar un marco común institucional, legal y técnico, para manejar y preservar el SAG para generaciones actuales y futuras. 

GUERRA DEL AGUA/ AGUA COMO ELEMENTO GEOPOLÍTICO:
Para entender por qué se está hablando de “guerra del agua”, debemos saber que de toda el agua del mundo solo el 2,6 % es potable. De esta cantidad, casi el 20% es subterránea, menos del 1% está en la atmósfera y el 80% se encuentra congelada en los polos y los glaciares pero no es accesible. 
Según la ONU, un cuarto de la población mundial (alrededor de 1.500 millones de personas) no goza de agua potable, diariamente mueren alrededor de 2 millones de personas en el planeta por alguna enfermedad vinculada a la falta de agua y se pronostica que la demanda del recurso subirá alrededor de un 56% en los próximos veinte años. Desde 1950 a la fecha el consumo de agua se haya triplicado, esto se suma al crecimiento de la población mundial, la expansión de la actividad económica, la urbanización y el agotamiento de las fuentes de suministro por sobreexplotación, contaminación, cambios climáticos o las decisiones erróneas que han provocado una dramática escasez de agua.

Hay que tener en cuenta la magnitud del acuífero guaraní: estamos hablando de 45.000 metros cúbicos de agua, o sea, tiene MUCHA AGUA y el agua se está convirtiendo a pasos agigantados en un recurso geopolítico. Se está entrando en la discusión de si el agua es un recurso natural, con lo cual sería un bien común para todos los ciudadanos, o si es un recurso económico, una mercancía, con lo cual la situación se tornaría distinta ya que no todos la podrían obtener ya que pasaría a manos privadas.
El hecho de que el agua, haya pasado junto con el petróleo, a ser el centro de la discordia de los problemas globales de las últimas décadas, y que los países más ricos tengan en la mira las importantes reservas del preciado líquido provocó una gran movilización en la batalla “por la soberanía del agua” y contra los planes de privatización alentados por las grandes corporaciones transnacionales.

El hecho de que el acuífero tenga tal cantidad de agua está presente en el extraordinario interés del mundo desarrollado, especialmente de los Estados Unidos. El acuífero además se encuentra en la llamada "Triple Frontera", un punto de la geografía sudamericana en el que confluyen: Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina y que es eje de otras tensiones, como son el contrabando y el narcotráfico y últimamente la amenaza del terrorismo. 
Guiados por sus propios intereses y aconsejados por organizaciones como la OEA y el Banco Mundial, los gobiernos concernidos han aprobado un proyecto para la protección ecológica del Acuífero y su manejo sustentable. 
A esos intereses de naturaleza científica últimamente se han sumado los de naturaleza geopolítica y carácter militar, expresado sobre todo en la presencia de tropas del Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses, que recientemente se basificaron en Paraguay. El punto elegido por los militares para desplegarse, le otorga una posición privilegiada para controlar los hidrocarburos de Bolivia y el Acuífero Guaraní. 
Obviamente Estados Unidos está interesado en el control de esa importante reserva de agua dulce, no para beneficio de los países latinoamericanos, sino para su propia seguridad y no dejará de utilizar ninguna de las vías para controlar y eventualmente apoderarse del manto. 
Entre otras, ya están en marcha las opciones "científicas", la privatización, el control de las obras de infraestructura y naturalmente la presencia militar. 
Los U$S 28.660.000 que se han destinado para el análisis minucioso de todo el SAG, confirman que el interés tiene un motivo económico directo.

Existe un documental argentino “Sed: invasión gota a gota” que trata sobre el tema.

NOTA PUBLICADA POR EL DIARIO CLARÍN
MEDIO AMBIENTE: EL ACUÍFERO GUARANÍ PUEDE ABASTECER DURANTE 200 AÑOS A LA ACTUAL POBLACIÓN MUNDIAL
Una de las mayores reservas de agua dulce del mundo, en peligro 

Es una cuenca subterránea que abarca Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa y zonas de Brasil, Uruguay y Paraguay. Su sobreexplotación puede hacerle perder potabilidad y salinizarlo. 
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Patricio Downes. 
pdownes@clarin.com

Una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo, el Acuífero Guaraní, una reserva subterránea que cubre 1.190.000 kilómetros cuadrados —de los cuales 225 mil corresponden a territorio argentino—, está en peligro.

El Acuífero, con cerca de 50 mil kilómetros cúbicos de agua, es capaz de abastecer a la actual población mundial, de 6.000 millones de personas, durante 200 años. Pero corre el riesgo de que aumente su salinidad, de que se degrade su composición química hasta perder su potabilidad y perder la presión natural que la hace surgir desde el subsuelo.

Los hidrogeólogos remarcan que antes de mitad de este siglo será un lujo gastar 150 litros de agua en un baño de inmersión. Y advierten que, sin urgentes medidas ambientales, el Acuífero, la gigantesca reserva subterránea que comparten Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, puede estar condenado.

Su extensión cuadruplica el territorio de la provincia de Buenos Aires y, para preservarlo, los especialistas recomiendan no abrir nuevos pozos de aguas termales o de uso industrial.

Ese peligro de contaminación fue advertido por el titular de la cátedra de Hidrogeología de la UBA, Miguel Auge. El científico dijo a Clarín que "es urgente frenar la explotación masiva e intensiva del acuífero", inclusive para baños curativos.

Como en el Acuífero, a diferentes niveles, coexisten grandes masas de agua salada y dulce, hay peligro de una catástrofe mayor. La directora del Programa de Geociencias de la UNESCO, Ofelia Tujchneider, asegura que "hay riesgo de que el agua muy salada del subsuelo comprometa a fuentes dulces que abastecen a Entre Ríos y otras provincias".

Un acuífero es como un vaso subterráneo con base y paredes de piedra arenisca y basalto, donde el líquido puede desplazarse. Su explotación en Argentina se limita a diez pozos termales en Entre Ríos, mientras que en Brasil alimenta a unas 300 ciudades.

Sus aguas son como las de un río subterráneo, a profundidades de 50 a 1.200 metros, con temperaturas de 30 a 70 grados. En el subsuelo argentino, el Acuífero corre debajo de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa. Como el líquido tiene suficiente presión, no hace falta bombearlo hasta la superficie.

Hasta ahora, la medida más drástica se adoptó en Entre Ríos, cuyo gobierno suspendió por un año los permisos de perforación de aguas termales (ver Preocupación..."). En tanto, la Argentina participa del Proyecto Guaraní, que costará 26.760.000 dólares financiados por el Banco Mundial y los países dueños de la reserva (ver "Un plan...").. 

La geógrafa María Fioriti, coordinadora argentina del proyecto, confirma que en las piletas termales, por ejemplo, "se generan hongos que van a parar al subsuelo con las aguas servidas y del vaciado de las piletas y pozos ciegos, en zonas sin cloacas".

Para el hidrogeólogo del Instituto Nacional del Agua (INA) Adrián Silva, la clave de la protección está en el oeste entrerriano y en Uruguay, donde se alimenta la reserva. "Hay que vigilar cada pozo y su entorno, para que no se derramen combustible, agroquímicos u otros contaminantes", señaló.

Sin embargo, Tujchneider sostiene que el riesgo mayor es la ignorancia. La científica, también investigadora del Conicet y de la Universidad del Litoral, asegura que anticipó este riesgo en los 80. "Pero siguen las decisiones a la ligera de quienes no conocen los riesgos", señala.


Extraído: http://unacuiferoguarani.blogspot.com.uy/

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